La seguridad puede más que el miedo: Cómo actuar durante un sismo

Todos hemos experimentado uno en algún momento. La desesperación y el miedo se apoderan de nosotros y nos preguntamos si realmente podremos mantener la calma durante un sismo. Voy a contarte una historia real que demuestra que sí es posible hacerlo y salvar vidas.

En el 2007, muchos sufrimos pérdidas humanas y materiales tras el terremoto de Pisco. Recuerdo que estaba cumpliendo una ronda en mi puesto de seguridad en la Molina, zona altamente sísmica, cuando empezó todo. Escuchaba gritos y veía a la gente correr de un lado a otro. Todos querían llegar a sus casas y algunos insistían inútilmente en comunicarse con sus familiares cuando las comunicaciones colapsaron. Me asusté, recordé a mi familia que estaba de viaje por Chincha y pensé lo peor. Me congelé por un momento y hasta tuve deseos de salir corriendo, pero escuché a una señora gritando frente a la puerta de uno de los servicios… Su hijo se había quedado encerrado.

Eso me hizo volver a mi realidad y actuar.

Corrí hacia la señora y le pedí que se apartara de la puerta para poder abrirla. El piso se movía cada vez más, escuchaba los vidrios de las lunas de las oficinas quebrarse, vi algunas paredes rajarse, pero eso no importaba, yo sabía que había una vida que salvar. Tras un poco de forcejeo logré abrir la puerta y el niño salió muy asustado y llorando. Rápidamente los conduje a la zona de seguridad más cercana y luego ayudé a mis compañeros a ubicar a todo el personal de la empresa en las zonas de seguridad.

Esto me pasó a mí y puede pasarte a ti, ya que los sismos no avisan y hay que estar preparados. Esta experiencia me hizo comprenderlo mejor, por eso te dejo unos consejos que pueden salvar tu vida y la de los tuyos:

  • Conserva la serenidad y respira hondo. Observa a tu alrededor e identifica la zona segura. Evita gritar para no alimentar el miedo de otros.
  • Actúa de acuerdo al plan de emergencia del local donde te encuentres. Espera a recibir las instrucciones del brigadista.
  • Si no hay uno, evacua ordenadamente, sin correr y conservando la calma. Si sales despavorido hacia la salida, otros te seguirán y se producirá una avalancha humana que ocasionará más heridos que el propio sismo.
  • Aléjate de mamparas, vidrios, repisas, de objetos que puedan rodar o caer, así como de aquellos que estén calientes.
  • Si el temblor es de gran magnitud y se produce cuando estás en un restaurante frente al mar, aléjate lo más rápido que puedas de la costa y busca una zona alta.
  • No uses el celular, envía mensajes de texto. Las líneas estarán congestionadas.
  • Nunca utilices los ascensores, emplea las escaleras una vez que el movimiento telúrico haya concluido. Recuerda que los remezones son frecuentes, así que conserva la tranquilidad.
  • Ayuda a niños, adultos mayores, discapacitados y gestantes.  Por lo general, son los que más se asustan en estos eventos.

Recuerda que en estas circunstancias es mejor mantenerse sereno y tratar de seguir el plan de evacuación adecuado, eso hará la diferencia entre salir ileso y provocar un desastre mayor.

¿Qué pasó con mi familia que estaba en Chincha? Bueno eso es parte de otra historia que ya les contaré en otro post.

Espero tomen en cuenta mis consejos. Hasta la próxima amigos.

Que la seguridad los acompañe.

Agente Salvador

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